Teníamos casa!!! Dios que alegría, después de tanto buscar teníamos un departamento diminuto en Barrio Norte. Cocina, comedor, dormitorio un baño gigante y el armario más pequeño que vi en mi vida, una gata en el balcón y la heladera (mi primer adquisición de adulta) Y fuimos comprando lo que faltaba, la cama, las cosas de la cocina y una cortina para el baño que eligieron nuestros sobrinos.
Estábamos felices y juntas y si como dicen en mi tierra "el casado casa quiere" nosotras teníamos casa quisimos casarnos... confieso que fue más ella que yo y eso ahora me esta trayendo algunos problemas que ya les contare. Los anillos serían los mismos que los de compromiso cambiados de mano,, significaban demasiado para nosotras como para cambiarlos y la fecha señalada era el 8 de julio (un aniversario en una fecha patria es una mala idea, no nos pudimos casar el 9)
Pero todo comenzó a salir mal...
María se enfermo, va ya estaba enferma pero sabíamos que estaba tan mal. Una enfermedad que podía haber sido una boludes se termino de complicar y terminamos en el hospital al borde del quirófano, con una cirujana "super simpática" que me explicaba que si la operaban yo no podía estar con ella porque yo no era NADIE. No supe que hacer llame a su madre pero para ella la salud de su hija era un tema que no podía atender a esas horas. Y para colmo no la pude mandar a la mierda porque tenía que llamar ella al trabajo de mi mujer, porque ahí también yo era NADIE (ella en mi trabajo era sólo una amiga así que estábamos en la misma). Y las cosas se fueron transformando en un remolino de malos sucesos, la echaron del trabajo y se deprimió muchísimo, y todo se fue volviendo cada vez peor y peor.
Para mi cumpleaños me hizo feliz, me llevo a jugar a los jueguitos y preparo canelones para toda mi familia, y me hizo mi torta con sus 25 velitas como yo quería. No teníamos un peso, pero estábamos juntas y decidimos hacer la unión civil igual, aunque fuera para tenerla en la cartera la próxima vez que tuviéramos que salir corriendo al hospital. Nuestros amigos y mi familia se portaron de maravilla, hasta entre algunos juntaron plata para hacernos una mini fiesta en casa.
Pero igual las cosas seguían mal, nos la pasábamos discutiendo, odiábamos estar en casa odiábamos vernos, las dos nos sentíamos impotentes por no poder controlar la situación. Yo no sabía como cuidarla y ella se odiaba por no cuidarme y por depender de mi. Era todo un caos constante con algunos momentos de paz... una mierda con todas las letras. Nos lastimamos tanto, pero tanto, que aún no sé como sobrevivimos a esos meses hasta que nos separamos. O mejor dicho yo me fui y después ella me dijo que se volvía a lo de su vieja. Pero el asunto es que estuvimos un tiempo separadas hasta que decidimos que teníamos que empezar de nuevo pero lejos.
Y por separado y revisando el baúl de las cosas malas que todos cargamos toda la vida nos subimos a un avión rumbo al viejo continente para encontrar más peleas y más porquerías que nos llevaron a separarnos otra vez.
Ahora les tengo que contar un secreto: yo no sé vivir sin mi Patito, o mejor dicho sé y también sé que se puede malvivir separadas pero es algo que no quiero.
Nos separamos y no, nos veíamos, nos perseguíamos, nos histeriquiabamos, nos entrañábamos y un buen día, más bien una noche ella me dijo "volve" y yo le dije que no, pero a los días le dije que yo volvía pero que quería un hijo.
No sé que pensó ni si acepto de buena gana el asunto es que estamos juntas y tenemos un bebe. Ya casi no discutimos o al menos nuestras peleas no duran más de unas horas. A veces se enoja y me dice que nuestro amor no es a prueba de balas y yo pienso que después de todo lo que pasamos nuestro amor es a prueba de todo.
Pero no se pongan comod@s que esto no termina aquí, ustedes saben una dice "yo quiero un hijo" y el baile recien empieza...