Algunos días

Conrado cumplió 8 meses y esta en pleno proceso de dentición, casi no duerme y por ende yo tampoco. Además pasa los días de mal humor y a los gritos, por suerte tiene ratos de paz en los que jugamos juntos y nos divertimos. Pero su irritabilidad sumada a mi falta de sueño esta dando unos resultados terribles. Hoy, como desde hace varios días, nos disponíamos a almorzar y se puso loquito, comía dos cucharadas gritaba y escupía tres, y hoy no era el día. Hasta ahora venia armada de paciencia dándole de comer en brazos, pero hoy no aguante más y lo senté en su sillita (trona) a comer. Pero las cosas no salieron nada bien, él se enojo o me enoje y no quedo otra que interviniera María, que como es lógico estaba intentando dormir. Lo retó, lo sentó y medio a regañadientes comió. Porque no era un tema de comida, era un tema de brazos.
Yo ya venía mal, porque no vengo durmiendo bien (como es normal) y porque para colmo María tuvo que cambiar dos semanas seguidas su día libre, con lo que sólo nos venimos viendo una vez por semana. Además a veces me canso, es agotador esto de los horarios a contramano y de los desencuentros. Sólo me consuela saber que falta poco para lograr lo que venimos persiguiendo.
En fin, era un mal almuerzo, vino mi gorda y lo soluciono, pero después yo me sentía mal por haberlo castigado y por despertar a María. Me sentía mal y me dolía el cuello y la cabeza hasta que la enana me agarro desprevenida y me hizo sonar el cuello y la espalda. Me hacía falta!
Ahora estoy trabajando, pero sigo rara, a veces no sé como marcarle los limites al peque y me vuelvo un poco loca. A veces simplemente quiero que María trabaje de día y podamos estar juntos más y mejor tiempo. Pero bueno, es lo que hay y seguimos para adelante hasta llegar adonde nos proponemos.
Por lo pronto mañana vamos a la pediatra a ver como va todo, ya les contaremos y ya subiré fotos nuevas del enano que esta hecho un terremoto saltarín