The history about us (Historia de una ida y una vuelta)

Como ya les conté ya hacía un año que nos conocíamos y ella se iba de viaje. Necesitaba aclarar la cabeza, sacarse de encima a la rubia que era la razón de su insomnio. Y aunque a mi no me hacía mucha gracia no estaba en posición de pararme a pedirle que se quedara que yo le sacaba de la cabeza lo que quisiera (y de otros lados también) Me mantenía al margen, era una conocida confiable, ni siquiera un amiga, aunque una noche medio borracha le había mandado un mail con un fragmento de Withman más que muy explicito. Le dije que era mucha mujer para cualquiera y le escribí:
"Si no me encuentras enseguida no te desesperes,
si no estoy en aquel sitio,
buscame en otro,
te espero... en algún lugar te espero."
Pero ella no se hizo cargo. Esa misma noche compre una postal con el mismo poema que no me atreví a darle hasta muchos meses después.

Pare ese entonces en su cabeza yo era una histérica más, la rubia era una histérica yo también y a ella se le pegaban todas. La culpa de esta confusión la tuvo la misma amiga que nos presento. Mi pobre Pato fue a decirle que le parecía que yo le estaba tirando los perros y esta amiga le contesto "Eugenia? pero si a Eugenia le gusta más la p... (no voy a poner la plabrota que ella uso) que el chocolate" Con amigas como esta la cosa estaba jodida.

Entonces se fue nomas y yo viendo y considerando que ni me registraba intente solucionar las cosas con el que en ese momento era mi novio, aunque las cosas pintaban mal y yo estaba más Penelope que nunca esperando no sé que del cosmos. Pero bueno, había que intentarlo.
En esa época no había blog en nuestras vidas, y ella se dedicaba a mandar las cosas que ahora escribe en su blog por mail. Eran eternos, creo que la única boluda que los leía completos era yo. En el tiempo en que estuvo de viaje leí sólo uno de sus mail, tenía miedo de abrir mi correo y enterarme de que no volvería. Tenía pánico de que eso pasara... Pero no paso y volvio para el cumpleaños de mi hermana Yael.
Llego con unos cuantos kilos menos, regalos para todas sus admiradoras del msn, unas cuantas páginas de un cuento que fui la ultima en leer y un llavero con mi nick escrito en el. Se sento en el comedor de mi casa con su hermano haciendo de guarda espaldas y dijo "quieranme" y yo fui y le estampe un beso impertinente en el cachete que la dejo colorada como un tomate... la estaba queriendo.
Mayo fue un mes terrible, en casa todos se habían dado cuenta de que algo pasaba y el concenso popular había dictaminado: "Eugenia es así le gusta llamar la atención y hay que conseguirle pareja a María" Y ahí estábamos todos, incluida yo, revisando candidatos en los dos sexos, porque entre otras cosas ella no estaba del todo segura. Así que la pobre cayó en un grupo de chicas que creían que era imposible tener amigos heterosexuales y sufrió el persistente acoso de un amigo mio que no dejaba de mirarle el culo. Mientras abandonaba definitivamente a su psicóloga, sufría un choque frontal contra la rubia histérica he intentaba prender fuego el fondo de mi casa.
Un buen día llego de la facultad y suena el teléfono
-hola Yael?
- nop
-ah! Eugenia, me pasas con tu hermana- (me sono como a enojada)
- no esta
- y tu vieja?
-te paso
y le pase nomas. Palabras van palabras vienen y el teléfono volvio
-quiero ir al cine venis?
-dale
silencio cepulcral
-ya te paso a buscar estate lista, tuuuuuuuuuuuu
A los 15 minutos estaba en la puerta de mi casa con una bolsa de golosinas y apurandome. Ibamos al cine