Y fuimos al cine nomas...
Una noche estábamos en mi casa aburridos como ostras, mi hermana discutía con el novio como siempre y la china y yo nos dábamos golpes en la cabeza para no seguir escuchándolos. Hasta que llegó María y le rompimos las pelotas para salir. Nos fuimos las tres a jugar al pool. Yo soy muy mala jugando, la china se defiende y ella es bastante buena, así que eramos dos contra ella. Cerveza va, cerveza viene... recuerden que el alcohol es un lubricante social hace a los hombres más valientes y a las mujeres más fáciles, yo quería ser valiente y que ella se me pusiera fácil, pero no había caso!!! Volvimos a casa, los chicos ya se habían dejado de pelear y ya se habían reconciliado también, así que volvimos a salir en busca de más cerveza, teníamos una noche "pensá en verde" y no encontrábamos una Heineken por ningún lado. La situación se estaba poniendo tensa, ya habíamos tenido un par de casi encuentros cercanos pero siempre la salvaba alguien, y yo acumulaba impaciencia y ella mal humor. Al final decidimos ir a un kiosko que estaba en Scalabrin y Ortiz y Cordoba y terminamos comprando un vino tinto, un San Felipe podrido que al final fue el verdadero lubricante social. Llegamos a casa vino en mano y ella que estaba de los nervios se sirvió un baso y se fue a una mesita que esta en el fondo de mi casa, uno se esos juegos de jardín que son de semento y pedacitos de distintas losas, se sentó ahí mientras nosotros nos quedábamos más protegidos del frío adentro.Salió el novio de mi hermana a ver que le pasaba mientras yo me refugiaba tras la botella y cuando volvió a dentro hizo el amague mi hermana, pero él la freno (cosa que no era muy difícil porque con medio baso de vino ya estaba en pedo)me miro a mi y no tuvo que decir nada (entre otras cosas porque era uno de esos amigos con los que una no necesita hablar con palabras que ya nos entendíamos) Salí yo. Ahí estaba hecha una bola de enojo y dispuesta a gritarme cualquier cantidad de improperios porque según ella yo estaba jugando, pero la frene y le dije todo lo que venía intentando decirle desde hacía días, le dije que no podía dejar de pensar en ella ni siquiera dormida y que no sabía si tenía lugar pero quería que me dejara demostrarle que no pretendía jugar con ella. Se lo dije y me puse a llorar y ella me miro con cara de "pobresita" y me abrazo. Pocas cosas me han ofendido más en mi vida que ese abrazo, hubiera soportado que me rechazara directamente con un "te confundiste, seguí participando" pero ese abrazo condescendiente todavía me tiene ofendida. Por suerte me abrazo y me miro y yo le estampe un beso, total a esa altura el NOOOO ya lo tenía.
Esa mañana no sé de que hablo mi profesor, no sé que paso con los de franja morada y no sé a quien se le cayó el mate en el centro de estudiantes, no lo sabía y no me importaba nada, de nada, estaba feliz. Las cosas arrancaban bien, pero todavía quedaban un par de cosas por solucionar, yo tenía un novio y la santa inquisición no tardo mucho en hacer acto de presencia.